Más de 59 países han introducido el teletrabajo como una medida para asegurar el distanciamiento social con el fin de contener la propagación de COVID-19. Incluso los países que no introdujeron medidas de bloqueo han alentado a los empleadores a permitir trabajar desde casa como un medio para aumentar el distanciamiento físico. Además, el teletrabajo ha estado presente como una nueva forma de arreglo laboral antes de la pandemia, particularmente para los trabajadores cuyos trabajos ya están habilitados por el uso de las TIC, impulsados por la digitalización del lugar de trabajo y la promesa de un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral. Si bien persiste una brecha digital entre los países desarrollados y en desarrollo, el rápido crecimiento de los dispositivos importados de bajo costo y su desarrollo en los países en desarrollo ha acelerado el impacto global de la tecnología en la vida de los trabajadores.

Esta guía ofrece una descripción general de las implicaciones de los acuerdos de teletrabajo para el acceso al trabajo decente y describe los principios clave para la regulación eficaz del teletrabajo a través de la legislación y el diálogo social. La guía sigue la definición habitual de teletrabajo como trabajo realizado con TIC desde fuera de las instalaciones del empleador. Esto puede involucrar formas tradicionales, como trabajar desde casa o trabajar desde varios lugares alternativos fuera de la oficina central del empleador. El término excluye el trabajo a domicilio, que implica el trabajo realizado bajo la instrucción de un empleador o intermediario sin el uso de las TIC.